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OTRAS TÉCNICAS

GRABADOS

“Una consideración singular merece la obra gráfica de Verdugo. Sus investigaciones de taller, con la plancha, los ácidos y el tórculo, le han llevado a logros sorprendentes de efectos y calidades rugosas o acuosas, para plasmar su vocabulario plástico, su iconografía de muros y aguas, en consonancia con su misma obra pictórica. Verdugo se ha revelado en los últimos años como un auténtico maestro del grabado (…) Para quienes seguimos de cerca y desde hace años la trayectoria pictórica de Fernando Verdugo, el artista se encuentra en un momento pletórico de su creatividad plástica “
Julia Sáez-Angulo Catálogo de la exposición Caja de Ahorros de San Fernando de Sevilla y Jerez. Septiembre, 1993.
Fernando Verdugo, tras sus años en Holanda, sabía que los tórculos Peter Van Ginkel holandeses eran los Stradivarius de la estampación. Para realizar los grandes formatos de obra gráfica, y para trabajar tanto en planchas de zinc o cobre, o de otros materiales de mayor grosor para las técnicas aditivas de su interés , su taller contaba con un tórculo Peter Van Ginkel, modelo LK-100, del año 89, con pletina de 200 X 100. Una pieza única, de casi 600 kilos, ya que dichos tórculos se dejaron de producir hace dos décadas por el elevado coste de fabricación, puesto que tenían que competir con tórculos de otras calidades pero más económicos.
L.V.

OBRAS DE MATRIZ DIGITAL

El interés de Fernando Verdugo por la investigación artística y las nuevas tecnologías ha prevalecido en él, pese a pertenecer a una generación que parecía estar lejos de los avances tecnológicos. Ese interés le llevó a quedar fascinado por las posibilidades de las obras de matriz digital. Verdugo experimentó en el centro de Estampa Digital de la Calcografía Nacional en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Al entrar en contacto con el taller de Juan Carlos Melero, uno de los pioneros en esta técnica artística, comprendió que sería posible utilizar imágenes texturadas de sus obras y archivos fotográficos en un soporte aparentemente tan liso. Como artista plástico sintió que J.C. Melero era un médium que le orientaba en el área tecnológica. De largas horas de trabajo en el taller digital de Melero han resultado gran parte de las obras de Verdugo en esta técnica.
En 2004, en la Fundacion Cartier-Bresson, de Paris, Verdugo conoce los trabajos fotográficos de las que él llama, las Madonnas somalíes de Fazal Sheikh. Los pequeños tamaños de las impresionantes fotografías llevan a Verdugo a querer llevarlos a grandes formatos y mezclarlos con las materias tactiles de su obra como homenaje a Sheikh y a esas mujeres llenas de dignidad, abandonadas en los campos de refugiados de Kenia. La obra de matriz digital le permitió realizar ese proyecto.
L.V.

COLLAGES

En el principio, realmente, fue el collage, dice Verdugo. Sus primeros trabajos en tonos negros y líneas geométricas, pronto le llevaron a los collages en la misma línea de sus pinturas primeras en la Galería la Pasarela de Sevilla. Collages, fueron también, mezclados con pintura en algunos casos, las “estructuras mutantes” de la mecedora, expuestas en Madrid. Nunca ha dejado de experimentar con papeles hechos a mano, formas y texturas, hasta el punto de que para él era un divertimento que sólo hace algunos años ha querido exponer. Lo mismo con sus “belles de jour”, los collages dedicados a las mujeres más icónicas del cine clásico, que sólo ha expuesto muy recientemente en Francia. Poder ver hoy en su Web algunos de estos trabajos casi “secretos” es un verdadero placer. L.V

ESCULTURAS MATÉRICAS

Verdugo lleva tiempo dialogando con las diversas materias texturadas que utiliza en sus cuadros, dando a algunos de ellos la apariencia de muros/esculturas. Quizá por esa razón no ha sentido a menudo la necesidad de cultivar la escultura en sentido estricto, un género que admira, pero al que no ha podido dedicar excesivo espacio. Ha realizado algunos trabajos en piedra con soporte de acero, en pequeños formatos, recreando muros matéricos con la misma maestría de relieves táctiles tal como trabaja en sus pinturas.
Las “esculturas cambiantes”, un juego que se acomoda bien a sus formas arquitectónicas y también a sus estructuras pictóricas, surgen de una idea de la Galería BAT, de Alberto Cornejo. En 2011, con motivo del veinticinco Aniversario de la galería, se planteó el proyecto “En-Caja”. Se trataba de una exposición colectiva en la que una selección de creadores debían generar una obra basada en un cubo de 20x20x20 cm, dividido en dos piezas, y sin las caras interiores. A partir de esa idea, y con todas las variantes posibles, alterando algunas medidas, Verdugo ha realizado una serie de obras, alternando el metacrilato, el acero corten, las maderas tratadas con pigmentos, y contraponiendo lo translucido y lo opaco, la lisura y el relieve, etc. Las imágenes resultantes se identifican con múltiples representaciones y formas geométricas, ya que las líneas y los ensamblajes pueden deshacerse y recomponerse una y otra vez.
L.V.